El perdón. Una decisión que juega a mi favor.

El perdón. Una decisión que juega a mi favor.

Escucha el audio original, transmitido en el programa de Mariano Osorio por Stereo Joya FM: El perdón.

¿Qué es perdonar? ¿Por qué es importante? ¿Qué hay que perdonar? Perdón tiene el principio etimológico latino de PER y DONARE, per es para o con insistencia y donare que significa donar o dar, Perdonar es, entonces, dar gratuita y abundantemente y es un regalo, un don.

Se ha hablado mucho y constantemente del perdón a través de la historia y es un tema recurrente cuando platicamos entre amigos o en grupos de desarrollo. Todos hemos sido maltratados o dañados en algún punto, desde lo ridículo (como que alguien se me cierre en el tráfico o alguien me responda mal) hasta lo horrendo (como ser acusados de algo que no cometimos o sufrir alguna agresión de cualquier índole).

Frente a esta sensación de agresión, daño o tristeza conmigo o con otros es que surge el rencor, el dolor y la posibilidad o no de perdonar.

La definición que más me gusta de perdonar es pasar de ser víctimas a ser protagonistas o héroes de nuestro destino, es recuperar el poder que he ido entregando a lo largo de las interpretaciones que hago de lo que he vivido.

Cuando siento culpa o culpo a alguien más de algo que sucede que no esperaba o no me gusta sólo hay dos posibilidades, el castigo o el perdón. Curiosamente, cuando no perdono ejerzo un castigo para el otro o para mi mismo y esto es un absurdo, ya que cuando estoy enojado o resentido con alguien más es como tomar veneno y esperar que el otro se muera.

¿Quién de nosotros no ha culpado a alguien por algo que nos sucedió? Ya sea por algo muy inmediato o por algo que sucedió hace años, es importante detectar que el dolor que sentimos hoy por algo que sucedió hace tiempo no tiene que ver con eso que sucedió, sino por nuestra interpretación al respecto.

Por ejemplo, si mi mamá no me puso demasiada atención por cualquier razón hoy lo interpreto como abandono y atribuyo mi falta de confianza en la gente y en el mundo por eso, sin embargo hoy podríamos interpretar algo diferente y creer que mamá hizo lo mejor que pudo con los recursos, información y consciencia que tenía. Si como mamá hoy veo a mi hijo con problemas de adicción o con falta de autonomía y me culpo y no me perdono que cuando era niño no le puse suficientes límites o sobre compensé, hago toda una interpretación alrededor del hecho para justificarlo y tratar de darle lo que no le di entonces, ahora, y eso en nada le beneficia.

El perdón es un proceso íntimo y de voluntad, ya que no se otorga cuando alguien más lo pide o cuando creo que alguien me debe una disculpa, la decisión de dejar ir y crecer frente a un reto es mía. No se puede hacer mucho si quien me hizo daño ya no está, murió o no tiene la suficiente claridad y consciencia para ver que con su acción me lastimó, por lo tanto otorgar el perdón es mi derecho en mi favor, no en favor del otro.
Es cierto que muchas veces hacemos daño sin querer y después nos damos cuenta y pedimos perdón, pero pedir perdón no es suficiente. De qué sirve sólo dar una frase si no hacemos algo al respecto. Cuando verdaderamente me doy cuenta que pasé por encima de alguien o que agredí algo que era importante para esa persona, aunque no lo sea para mí, es importante resarcir, ofrecer una compensación al respecto. Hacerle saber al otro que entiendo cuál es su sentir y me duele y que lleguemos a un acuerdo para hacer algo al respecto, y después dejarlo pasar. No se trata de quedarnos clavados en eso que erré, sino una vez que pedí perdón y resarcí avanzo y crezco. Lo mismo sucede cuando tengo algo que perdonarme a mí.

¿Cómo identificar si no he perdonado? Hay varias formas de saber si ya perdoné o no, pero aquí hay algunos tips.

  1. ¿Platico constantemente la misma historia y me relato como la víctima?
  2. ¿Cuento una historia que sucedió hace mucho tiempo y me sigue doliendo igual o más?
  3. ¿Siento que tengo que recibir más castigo, seguir pagando?
  4. ¿Siento resentimiento hacia la otra persona y le otorgo mi poder?
  5. Muchas veces tenemos que pasar por años de terapia para perdonar o nunca lo hacemos, sin parecer reduccionista podemos aplicar los siguientes pasos:
    • Reconocer el daño, dimensionarlo y vivirlo.
    •  Saber que cuando alguien me hirió, lastimó o disparó mi enojo no es personal. Es decir no se trata de mí, sino de quién es el otro. La gente da lo que tiene y opera de acuerdo a sus recursos y consciencia.
  6. Creer que la otra persona lo hizo desde su necesidad y para bien, sobre todo si es alguien que me ama, como mi mamá.
  7. Saber que tengo el poder de reinterpretar la historia, y que a partir de los hechos que recuerdo puedo construir sentimientos diferentes alrededor.
  8. Saber que perdonar es para mi bien.
  9. Sé que he perdonado cuando cuento la historia sin dolor, ahí se sana.
  10. Saber que perdonar es un acto de la voluntad, una decisión y un acto de amor, por eso puedo hacerlo ahora mismo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *