Publicado originalmente en Faustoponce.com.
Cuando decimos la palabra héroe, ¿qué es lo primero que pensamos? Probablemente en enmascarados con súper poderes o en algún súper hombre (o super chica), con la capacidad para acabar con sujetos aun más rudos que ellos o monstruos feroces.
Pocas veces percibimos nuestra vida como un proceso similar al que enfrenta un héroe en cada una de sus historias, pero si le hacemos caso al antropólogo Joseph Campbell y vemos al héroe como aquel que ha aprendido a dominar sus “bajas pasiones” para así poder adquirir la sabiduría y el poder necesarios para poner sus talentos al servicio de los demás, (y claro, es a través de esto que el héroe es capaz de encontrarse a sí mismo y procurarse una vida plena), entonces eso de convertirse en un héroe no está tan alejado de la vida real.
Bajo la perspectiva de Campbell y de diversas teorías narrativas, el proceso del héroe es el mismo que vive Aquiles, Batman, Forrest Gump, Jerry McGuire o Michael Corleone: Toda historia que nos cuentan tiene de protagonista a un héroe, ya sea que sea capaz de matar monstruos alienígenas o de lidiar con situaciones cotidianas o domésticas. Así pues, todos podemos convertirnos en un héroe.
La teorías de Joseph Campbell sobre la figura del héroe en las diversas mitologías ha sido uno de mis objetos de estudio favoritos desde que estaba en la universidad. Y peor aún, desde años antes, cuando salí de la prepa, estaba obsesionado con el análisis de los sueños bajo la lupa de Sigmund Freud, situación que me animó a estudiar psicología.
El análisis narrativo, ya sea de un sueño, una película o un mito griego es de por sí fascinante, lleno de símbolos que nos transportan a mundos lejanos y nos brindan la oportunidad de recrear experiencias de vida, mismas que nos arrojarán pistas o mensajes sobre nuestra existencia.
Por supuesto que por ahora, todo esto es teoría, pero cuando platiqué estas inquietudes con la experimentada coach Alejandra Martínez, ella vio la forma de aterrizar estas ideas a ejemplos mucho más cotidianos, ejemplos que nos retan día a día y que, bien encaminados, son capaces de moldear nuestra vida y llevarnos a donde realmente queremos ir.
Y de ahí salió la posibilidad de hacer un taller: Yo aportando la teoría narrativa y ella sus habilidades de coach para que el análisis de esas fabulosas historias del cine y la literatura nos aporten la herramientas necesarias para escribir nuestro propio camino y convertirnos en un héroe de nuestro mundo.
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